junio 30, 2010

Ésto matará aquello

(La caida del ángel. Luis Royo)
Daniel Bougnoux, expresaba en su texto “Light, hacia una cultura aligerada”, que “Toda información, además, pende de la buena voluntad de un receptor, o sea muy sostenible, las nuevas tecnologías ( como la Internet ) me proponen el mundo o los otros en opción, lo real o la sociedad si yo quiero”. Se sigue planteado los debates de la muerte del libro como lo conocemos, las bibliotecas, los editores, los escritores e incluso los lectores. Incluso los auguran moribundos. Pues la virtualidad y los nuevos formatos desarrollados por las TIC, nos construyen un nuevo mundo.

Nuevos modelos, nuevas visiones de mundo. Como nos plantea Serres han ido trasformando los mapas, las delimitaciones y fronteras son definidas por otros modelos. Nos adentramos a otras concepciones de interpretación, representación y de apropiación. Todo tiene que cambiar, el ritmo de la post-modernidad nos acelera. Las organizaciones, las empresas, los lectores, las bibliotecas.

Algunos apuntalan a las bibliotecas, como una de las estructuras de los más media, en donde éstas deben apostar por la distribución de fuentes, fondos e información, con receptores activos y participativos.
Otras posturas, defienden un ideal de sacralidad y espacio de acceso a la información y el conocimiento. Algunos como Eco “Y me pregunto si es posible hablar del presente o del futuro de las bibliotecas existentes elaborando puros modelos fantásticos”.

Incluso en estos tiempos, de nuevas visiones, donde se sigue pensando y definiendo lectores y biblioteca, donde se ha ganado en desarrollo tecnológico, en fortalecimientos de redes sociales y debates académicos. Se sigue creyendo, soñando o esperando que el libro digital desplace al libro físico. Incluso en estos tiempos donde las diferencias económicas y educativas se van simulando encogerse desde lo social a la medida que se van profundizando en los imaginarios, esos que son algunas realialidades.

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