noviembre 26, 2009

SON 6

Un cuerpo suspendido en un tiempo y en un espacio. Ese cuerpo que posee varios sentidos, los cuales lo apropian de múltiples sensaciones, va transitando lentamente a diferentes ritmos, inmerso en un ruido surgido del silencio. El lenguaje le ha permitido adquirid diferentes mecánicas para interactuar con otros cuerpos, no obstante es el cuerpo que se entrelaza con los otros y se genera otros procesos de comunicación. Todos y cada uno de esos cuerpos se configuran en la diferencia, se construyen en los acontecimientos y actúan con sus instintos y/o los reflejos.

Un nueva estética gestada desde los sentidos, proporciona diversas y múltiples percepciones de la belleza. Lo bello esta distante de lo sublime, de lo etéreo, de aquello que proporciona la claridad o la luz de la divinidad. Una estética dimensionada desde el cuerpo, camina en lo mundano, es podrido, variado, diverso, no teme a caer en cavernas putrefactas y obscuras, humanas y sensibles. Entre otras búsquedas estéticas los sentidos desde la carne vibran, la vista no buscará una representación de la perfecta armonía de dios y lo bello por puro, el odio no escuchara únicamente la palabra santificadora o los cantos armoniosos, el olfato seguirá en pesquisas de aromas diversos e incluso inaguantables, la piel se percibe desde la topología dejando el imaginario de una superficie liza y admirando los pliegues y sus ranuras, y la lengua... La lengua, ella la de doble función, tendrá nuevos sabores a degustar, dado que los encuentros con los otros generan nuevos ritos en lo que muchos piensan concentra las relaciones de los hombres, las comidas. Sin embargo, esa, la lengua, la del lenguaje y la palabra tendrá menos fuerza y mucho que callar desde una estética de los sentidos, pues será supremamente difícil equiparar los sentires y las sensaciones a las palabras, ya que quedaría encasilladas, incompletas y a lo mejor poco comprendidas desde las interpretaciones y conceptos de los otros.

Una nueva visualización del mundo bibliotecológico, desde la estética, estará partiendo desde los sentidos, y sin dejar de plantear desde esta propuesta a un sentido más, el del goce. Este sexto sentido, reposara un complemento en los otros, cada sentido posibilita nuevas percepciones. El goce será el hilo conductor o la batuta que dará la pauta, a la gestación de una estética donde lo bello y la belleza estarán en el interior de cada sujeto y se podrá exteriorizar sólo por medio del mismo lenguaje corporal o a través de las diversas manifestaciones.

Son seis los sentidos que encontramos en esta propuesta hacia una estética desde el sentir, en la búsqueda por encontrar un deconstrucción de la biblioteca. El gusto será como el canon o patrón a seguir de los bibliotecólogos, dejando así la posibilidad de la diferencia.

Escrito en Mayo de 2006

1 comentario:

  1. Bello texto...
    una estética muy definida...
    solo agrego mi felicitacion
    y te invito a mi sencillo blog

    http://richardebury.blogspot.com/

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